Dilectos blogueros amantes de pedruscos centenarios, al hilo de la entrada anterior referente a las terribles dudas que nos pueden asaltar a la hora de visitar una fortificación, en esta seguiré exponiendo algunas de las cuestiones que se nos pueden presentar y de las que deberemos salir airosos a fin de que la parienta no nos dirija miradas torvas y/o maliciosas y el cuñado, que sólo piensa en que llegue la hora de dar cuenta de la tortilla de patatas y los filetitos empanados, se cachondee de nosotros, cosa que suele ser asaz irritante. Vamos a ello:
1. ¿ESO ES UN POZO O UN ALJIBE? Por lo general, ni lo uno ni lo otro. Esas aberturas de poca profundidad, que casi siempre han perdido la bóveda, solían ser silos para el almacenamiento de grano o provisiones de cualquier tipo. En muchos castillos disponían de varios de ellos, a fin de garantizarse una abundante cantidad de provisiones para caso de asedio. Por lo general, iban cubiertos por una bóveda con una abertura en su parte superior desde la cual se podía entrar en el silo con una escala de mano y, mediante una garrucha, sacar lo que fuera preciso. Ojo, podían ser bastante más grandes, con la apariencia de un aljibe. Y, caso de estar sin uso, podían ser utilizados como calabozo.
2. ¿ Y COMO DIFERENCIO PUES UN SILO DE UN ALJIBE? Muy fácil. Los aljibes, aparte de tener sus paredes enlucidas y encaladas, iban también pintadas de almagra a fin de impermeabilizarlas. Así pues, para salir de dudas, lo mejor es observar las paredes. En la foto de la izquierda, marcada por un óvalo negro, tenemos restos de almagra, y vemos además como las paredes conservan casi intacto el enlucido encalado. La zona inferior, en la que se aprecian los ladrillos con que estaba fabricado ese aljibe, carece de revoco simplemente porque la humedad lo ha hecho desaparecer.
3. ¿Y ESAS ACANALADURAS EN LAS PUERTAS, QUÉ SON? Pues la guía por donde se deslizaba el rastrillo. El torno que lo accionaba estaba en la parte superior, bien en una pequeña dependencia, bien directamente sobre el adarve. En contadas ocasiones podremos ver tanto el rastrillo como el torno original. Si acaso, burdas réplicas en las que el rastrillo ni siquiera está completo, sino una parte del mismo dando la impresión de que está a medio bajar.
3. ¿Y ESAS ACANALADURAS EN LAS PUERTAS, QUÉ SON? Pues la guía por donde se deslizaba el rastrillo. El torno que lo accionaba estaba en la parte superior, bien en una pequeña dependencia, bien directamente sobre el adarve. En contadas ocasiones podremos ver tanto el rastrillo como el torno original. Si acaso, burdas réplicas en las que el rastrillo ni siquiera está completo, sino una parte del mismo dando la impresión de que está a medio bajar.
4. ¿ESAS CANALIZACIONES QUE SE VEN EN EL INTERIOR DE ALGUNOS MUROS, ERAN LOS DESAGÜES? No, no lo eran en el concepto sanitario que tenemos de los mismos. En algunos castillos veréis este tipo de canalizaciones fabricados con materiales cerámicos, pero no eran los bajantes del cuarto de baño (entre otras cosas porque los cuartos de baño no existían), sino para llevar el agua de lluvia a los aljibes. Toda el agua que caía sobre torres y adarves, si el castillo estaba bien diseñado, era almacenada de esta forma. Y para ese cometido eran estas canalizaciones.
5. ¿POR QUÉ ERAN TAN ANGOSTAS LAS ESCALERAS DE LAS TORRES? Pues por dos motivos: uno, porque estaban labradas en el interior de los muros, lo que no permitía una anchura excesiva. Y dos, porque cuando más estrechas eran, más fácil era defenderlas. Si el enemigo conseguía penetrar en la torre, daba igual que fueran decenas de ellos tanto en cuanto no cabían por la escalera más que de uno en uno. Así pues, a los defensores arrinconados en la planta superior no les resultaba excesivamente difícil rechazarlos con lanzas, alabardas, etc. A ver quién era el chulo que subía a pecho descubierto si, al final de la escalera, le esperaban varias moharras bien afiladas para convertirlo en un acerico.
6. ¿Y POR QUÉ LAS ESCALERAS QUE CONDUCÍAN AL ADARVE ERAN AÚN MÁS ESTRECHAS Y EMPINADAS, SI HABÍA SITIO DE SOBRA PARA HACERLAS MÁS ACCESIBLES Y CÓMODAS? Pues por la misma razón que hemos visto en el caso anterior. Si el enemigo lograba hacerse con el patio de armas y quería desalojar a los defensores de las zonas altas, que los estaban friendo a flechazos, tenía complicado subir por una escalera en la que un paso en falso significaba caer al vacío. Y, por supuesto, en lo alto de la escalera lo estaban esperando para escabecharlo . En el caso contrario, o sea, si el enemigo asaltaba con éxito las murallas, los defensores se agrupaban en el patio de armas y ponían complicada la cosa a unos atacantes que tenían que bajar en fila india y a los que esperaban abajo varios tipos muy cabreados alabarda en mano para ensartarlos.
7. ¿POR QUÉ EN ALGUNAS TORRES DEL HOMENAJE HAY UNA PEQUEÑA ABERTURA QUE PARECE QUE COMUNICA CON UN SUBTERRÁNEO? Como ya se ha explicado varias veces, muchas de estas torres disponían de su propio aljibe en la planta baja, o bien bajo tierra. Pero había casos en que no, como el que aparece en la foto, y para obtener agua tenían que recurrir al aljibe situado en el exterior. Para facilitar dicha extracción se labraba en el muro una conducción por que la se podía extraer el agua lanzando un cubo.
8. ¿Y ESAS ABERTURAS A RAS DEL SUELO EN LA AZOTEA DE UNA TORRE, QUÉ SON? Pues no son otra cosa que los tiros de las chimeneas. "Pero, oiga, yo no ha visto ninguna chimenea en el interior", puede que diga alguno. Pues es probable que la chimenea haya desaparecido años ha. Pero el tiro perdurará porque está labrado en el muro. Por lo general, las chimeneas estaban fabricadas con piedras de calidad, lo que las hacía objeto de codicia de los expoliadores de siempre. No era difícil desmontarlas ya que estaban fabricadas mediante bloques que ni siquiera estaban unidos con mortero. Vaya, que con una palanca de uña y dos tíos cachas para trasportarlos, ya tenías una chimenea de postín para el salón de casa. Eso sí, el tiro de la chimenea se quedaba in situ.
9. DE LA MURALLA DE TAL CASTILLO APENAS QUEDAN LOS CIMIENTOS. En realidad, lo correcto sería decir que "de la muralla de tal castillo apenas queda muralla", porque cimientos, propiamente dicho, prácticamente no tenía ningún castillo. O sea, que para edificarlo no se recurría al sistema de cimentación que todos conocemos. Los cimientos eran la roca sobre la que se asentaba ya que, por norma, a la hora de elegir el lugar para su construcción se buscaba ante todo que el suelo fuese rocoso. Y ello, como creo haber explicado alguna vez, estaba encaminado a hacer la construcción más resistente y para impedir el minado de las murallas. Observen vuecedes que, cuando una torre o muralla se asienta sobre un afloramiento rocoso que sobresale del suelo, la zapata que sirve de base se adapta al perfil de la roca. O sea, que ni siquiera se molestaron en nivelarla, sino que construyeron directamente sobre ella.
10. ¿POR QUÉ EN LOS CASTILLOS DE ORIGEN ÁRABE LA PUERTA SE ABRE EN LA BASE DE LA TORRE DEL HOMENAJE? Bueno, es que esa no era la torre del homenaje. De hecho, las fortificaciones árabes carecían de ese elemento defensivo que, sin embargo, sí es propio de las fortificaciones cristianas. Y si en un castillo de origen árabe vemos una torre del homenaje en toda regla, es porque fue edificada con posterioridad, cuando éste cayera en manos cristianas. La cámara situada sobre la puerta, en estos casos, no tenía el uso residencial propio de las torres del homenaje cristianas, sino como mera cámara de combate o, por sus dimensiones, como armería, almacén, etc. ¿Entonces, dónde vivía el alcaide? Pues, por lo general, en unas dependencias ubicadas en el patio de armas.
Bueno, con estas diez cuestiones más ya tienen para ir rellenando la chuleta. Está de más decir que si alguno de los que me lee me plantea una duda que aún no ha aparecido, muy gustosamente intentaré darle respuesta para que el cuñado devorador de tortillas de patatas y filetitos empanados no se mofe y se befe de él.
Hale, he dicho...
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