Dilectos lectores, el Sr. Mario Goñi ha tenido a bien pasarme un texto para su publicación que narra las andanzas de Pero Niño, conde de Buelna y señor de Cigales y Valverde, el cual dio guerra a base de bien y que repartió muerte y destrucción + IVA por doquier, desde las costas de la Berbería a tierras de los ítalos y a la brumosa isla de Albión (Dios maldiga a Nelson). En definitiva, una especie de Terminator medieval que apiolaba de forma inmisericorde a sus enemigos. Lean, lean vuecedes. Es asaz interesante, juro a Dios:
A finales del Siglo XIV se dio en todo el
occidente medieval lo que se ha venido a llamar plenitud del espíritu
caballeresco. Esta cultura, lejos de ser una forma de rebelión ante una
supuesta decadencia de la caballería pesada (sólo hay que mirar las soldadas
que pagaban los Reinos), era un ideal y una forma de ser a la que aspiraba todo
buen caballero. La crisis de la baja Edad Media había hecho que las rentas
señoriales bajaran y la pequeña nobleza encontró en las frecuentes guerras que
tenían los incipientes estados medievales una fuente de ingresos segura. A las
soldadas había que añadir el botín de guerra y los famosos rescates, que en la
época era un auténtico negocio internacional y fuente de fortunas y quiebras.
Portada de El Victorial |
En este contexto debemos encuadrar a Don Pero
Niño, I Conde de Buelna (1378-1453). Fue un militar al servicio de Enrique III
de Castilla. Provenía de un linaje venido a menos dado su pasado de apoyo al
rey derrocado y asesinado Pedro I. Su vida quedó plasmada en “El Victorial”,
escrito por su Alférez (es decir, el portador de la bandera) y escribano
Gutiérrez Díaz de Games.
En "El Victorial", Gutiérrez Diaz de Gamez toca
muchos temas. No es sólo una biografía de su señor, sino también un libro de
viajes, un manual de caballería, un compendio de relatos fantásticos e incluso
una crónica de su época. Dado que el linaje de Pero Niño tiene un pasado oscuro
de apoyo a reyes caídos, existe la hipótesis de que "El Victorial" fue escrito
por encargo de Pero Niño como una manera
de legitimarse, de decir: “Soy el mejor caballero de castilla y aquí esta la
prueba de ello”. De hecho, en "El Victorial" se pueden ver dos partes muy
diferenciadas: una pequeña introducción, una segunda parte que ocupa la mayor
parte del libro pero que sólo relata los años de 1404 a 1406 y es casi un
diario de a bordo, y una tercera que parece escrita posteriormente que cubre
la parte que hay entre esos años y el año 1453, en el que se relatan sus amores
con Beatriz de Portugal, su exilio a Bayona y sus relaciones tensas con Juan II
de Castilla.
Leer “El Victorial” es como tener una pequeña webcam enfocada al Medioevo. Hay que tener en cuenta que es una visión idealizada
de una época y un estilo de vida, y por encima de todo, una exaltación del
espíritu caballeresco. Para Gutiérrez Díaz de Games su señor no es el mejor
caballero por su pasado glorioso o por la calidad de su linaje, sino porque
“jamás fue vencido”.
Citando a su biógrafo y alférez: “Y yo, habiendo leído y oído muchas grandes
cosas de las que nobles y grandes caballeros hicieron, busqué si hallaría
alguno que nunca hubiese sido vencido por sus enemigos alguna vez [-] Y yo,
Gutiérrez Díaz de Games, criado de casa del conde Don Pero Niño, conde de
Buelna, vi de este señor casi todas las caballerías y buenas hazañas que el
hizo, y de él hice este libro”.
Todo este tocho viene a ser una introducción a
una serie que en la que trataré de exponer (si mi limitada prosa y el amo de
este blog lo permiten) aspectos interesantes de esta obra. Para abrir boca,
dejemos que Gutiérrez Díaz de Games nos explique que ser caballero no es sólo
vestir ropas suntuosas, cortejar a Damas y demás cursiladas, sino un oficio
duro y riesgoso:
“Los
caballeros en la guerra comen el pan con dolor, los vicios de ella son dolores
y sudores, un buen día entre muchos malos. Tragan muchos miedos, pasan muchos
peligros y aventuran sus vidas a morir o
vivir. Pan mohoso o bizcocho, viandas mal adobadas. Ha veces tienen, a veces no
tienen nada... Poco vino o ninguno. Agua de charcos y de odres... Las cotas,
vestidas y cargados de hierro. Los enemigos al ojo. Malas posadas, peores
camas... El colchón de trapos o de hojarasca... Mala cama, mal sueño.
-¡Guarda
allá!
-¿Quien
anda ahí?
-¡¡Armas
, armas!!
Al
primer sueño, tocan a rebato, al alba,
trompetas:
-¡¡Cabalgar,
cabalgar!!
-¡¡¡Vista,
vista de gente de armas !!!
-¡¡¡Escuchas(centinelas),atalayas,
atajadores(exploradores),algareros,
guardas, sobreguardas!!!!
-¡¡¡Ahí
están!!!
-¡¡No son
tantos!!
-¡¡Sí lo
son!!!
-!Vaya
allá!
-¡Torne
aquí!
-¡¡Tornadlos
acá!!
-¡¡¡Nuevas
, nuevas!!!
-!Con
mal vienen estos!
-¡No
traen!
-¡Sí
traen!
-¡Vamos,
vamos!
-¡Estamos!
-¡Vamos!
Esclarecedor, ¿verdad? Y ahora, para todos
ustedes amantes de la casquería fina y de los interesantes posts de heridas
medievales, veamos como se las gastaba Pero Niño con dieciséis añitos en un combate a las afueras de
Pontevedra: (Leedlo escuchando el track de la batalla de Gladiator a todo
volumen jeje)
Bacinete con camal |
“Y llegó
allí Pero Niño encima de un caballo. Las armas que traía eran una cota y un
bacinete con camal, según entonces se usaba, y una adarga muy grande de
barrera[-] Y una vez comenzada la pelea, hirieron al caballo de Pero Niño, y se
puso en pie y tomó la delantera de su gente, dando e hiriendo de tan fuertes
golpes que aquel a quien con él se enfrentaba bien se daba cuenta que no
luchaba contra mozo , más con hombre fuerte y bien acabado. Allí hacía golpes
muy señalados , que se llevaban y cortaban grandes pedazos de escudos , y a
otros daba muy fuertes espadadas en las cabezas, , y a otros que venían
armados, a unos derrotaba y a otros hacía hincar las manos en tierra, y les
hacía, mal su grado , dejar la calle y retraer atrás".
Pero Niño se enfrenta en este combate con un
peón muy famoso: Gómez de Domalo:
“... y una vez se juntó él con Pero Niño, y él con él, vinieron a darse tan fuertes
golpes con espadas por encima de las cabezas, que ha dicho Pero Niño le
hicieron saltar chispazos (del bacinete) de un golpe . Y
Pero Niño dio tal golpe a Gómez por
encima del escudo, que le hendió bien un palmo en la cabeza hasta los ojos. Y
allí quedó Gómez Domalo..”
Adarga |
Llega el momento “Rambo” del relato, atentos:
“Estaba
haciendo Pero Niño con los traidores a su señor el Rey como hace el lobo entre
las ovejas cuando no hay un pastor que las defienda, cuando una saeta le dio en
el pescuezo, que le cosió el camal con el pescuezo. Y tanta era su voluntad en
dar fin a lo que había comenzado, que poco o nada sentía la herida, aunque le
estorbaba mucho al volver el pescuezo. Y allí comenzó a pelear más recio que
antes, , tanto que en poca la hora les hizo dejar la calle y les hizo entrar
por el puente de la villa. Y la cosa que más le estorbaba era que traía muchas
veces muchas lanzas clavadas en la adarga.”
Después de dos horas, la escaramuza acaba,
no sin antes recibir Pero Niño un virote “en los hocicos” y multitud de
heridas:
“Y así,
todos cansados de ambas partes, dejaron la pelea. Y cuando Pero Niño salió de
la pelea,su buena adarga estaba toda
cortada y hecha piezas, y la espiga de su espada torcida, y toda mellada ,
hecha una sierra, tinta en sangre...[-] Y era su cota rota en muchas partes, de
heridas de lanzas, y de alguna de ellas apuntaba la carne, y de alguna de ellas
salía la sangre. [-] se la había dado una muy grande señora: si dijese que era
Reina, no mentiría...”
Espero que os haya gustado. Otro día si Dios
quiere veremos de qué forma tan curiosa se curaba Pero Niño las heridas, como
ligó con una Dama Francesa o como destruyó la guarida de Harry Pay, corsario e
inglés (Dios maldiga a Nelson, Amo del Castillo dixit) para más señas.
Un saludo y gracias a Amo del Castillo por su
espacio en su excelente blog.
Hale, ha dicho...
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