Doy por sentado que el título de esta entrada, bastante contradictorio como salta a la vista, dejará perplejo a más de uno. ¿Cómo se puede ser un famoso desconocido? Bueno, en España eso es relativamente fácil salvo que uno aparezca en esos horripilantes programas tan de moda donde siempre sale mucha gente especialmente chabacana gritando como verduleras ofreciendo tagarninas frescas a la parroquia.
Así pues, tenemos un amplio surtido de famosos que poca gente saben quienes son pero que, sin embargo, hicieron o dijeron algo en sus vidas que ha pasado a la historia o al imaginario popular. O sea, sabemos el dicho o el hecho, pero no tenemos ni puñetera idea que quien lo dijo o hizo. Veamos algunos ejemplos...
Infante don Fernando de Trastámara
Estatua del infante ubicada en la misma Antequera |
Segundo hijo de Juan I de Castilla y Leonor de Aragón, gracias a la cual pudo verse como monarca de dicho reino a la muerte sin herederos de Martín el Humano. Según la tradición, autor de la famosa frase esa de "salga el sol por Antequera...", que solemos usar en momentos de incertidumbre (en los actuales tiempos, unas 800 veces al día). El origen de dicha frase obedece al parecer a que, celebrando consejo de guerra con vistas a la forma de arrebatar la importante y populosa urbe andalusí a la morisma, al final cortó por lo sano y decidió avanzar durante la noche para presentar batalla al amanecer, y de ahí la frase completa: "sálganos en sol por Antequera, y sea lo que Dios quiera". O sea, que lleguemos a Anterquera al amanecer, batallemos y a ver que pasa.
Saturnino Calleja Fernández
Saturnino Calleja |
Fundó en Madrid en 1879 la editorial Calleja, muy famosa por editar libros de texto y, especialmente, cuentos para críos a precios muy económicos a fin de favorecer la difusión de la cultura incluso a las personas menos dotadas de medios. Su famosa colección de cuentos, al irrisorio precio de 5 o 10 céntimos dependiendo del grosor del mismo, gozaron de una enorme popularidad. De ahí proviene, cuando queremos hacer callar al charlatán de turno que no para de soltar camelos, aquello de "tienes más cuentos que Calleja". De hecho, llegó a publicar unos 3.000 títulos. Pero además de los cuentos, es de su autoría la quizás aún más famosa frase de "...y fueron felices y comieron perdices" con que se suelen finiquitar los cuentos que acaban bien. En los que acaban mal, está de más decirlo, los protagonistas no se comen ni una loncha caducada de chopped del Carrefúúúúússss.
Onán
Onán pecando a mansalva |
Supuesto inventor del onanismo que, según la religión católica, consiste en masturbarse como un macaco a pesar de las admoniciones y amenazas clericales de que uno se queda ciego o se le seca la médula por ello. Curiosamente, el llamado "pecado de Onán" no atañe al parecer al sexo femenino a pesar de que el hembrerío también se alivia si procede en plan unipersonal. En todo caso, el pecado de Onán no consistía en machacársela antes y después del desayuno, sino en practicar el coitus interruptus ya que, siguiendo el Deuteronomio (Cap. 25 v. 5), se casó con Tamar, la viuda de su hermano. Según dicho libro, un hombre, llegado el caso, tenía la obligación de acoger a la viuda de su hermano y desposarla mientras que, curiosamente, el Levítico dice lo contrario y tacha esa práctica como incestuosa. En todo caso, eso de no rematar la faena iba encaminado a que si preñaba a su cuñada-esposa, el hijo habido sería legalmente considerado como del hermano muerto, por lo que tendría más derecho al patrimonio familiar que el mismo Onán, su verdadero padre. Está de más decir que el pecado de Onán era terrible entre los judíos ya que desperdiciar la simiente viril estaba condenado por el mismo Yahveh.
Eleanor Velasco Thornton
Eleanor Velasco junto a un Rolls Royce |
Esta señora, una actriz inglesa de padre español, tuvo el que quizás sea el cuerpo más codiciado del mundo moderno. Y no porque estuviera como un queso, sino porque es el que vemos en el morro de los fastuosos automóviles Rolls Royce. Me refiero, naturalmente, a la figurita alada bautizada como "Espíritu del éxtasis" y también conocida como "Flying lady". La idea surgió de Claude Johnson, gerente de la compañía, deseoso de dar con un motivo elegante y adecuado como emblema de la marca. El encargo recayó en Charles Sykes, un escultor que previamente había elaborado un emblema para decorar el Rolls de lord Scott-Montagu, tomando como modelo a la amante del mismo, Eleanor Velasco. Aunque originariamente medían 18 cm., hoy día es una figurita de 7 cm. de las que la firma asegura no haber dos iguales por aquello de la exclusividad. Por cierto que el primer modelo que llevó el emblema fue un Silver Ghost. Jamás podría imaginar la tal Eleanor que su cuerpo sería tan codiciado, ¿verdad?
Mariano de Cavia y Lac
Mariano de Cavia |
Fue uno de los periodistas más afamados de su época (finales del XIX e inicios del XX), siendo además uno de los más enconados defensores de la pureza del idioma (si viviera hoy le daría un ataque viendo como escribe la chavalería con el wasa ese). Actualmente existe incluso un premio periodístico con su nombre otorgado por el diario ABC. Pero lo que casi nadie sabe es que, precisamente por su empeño en liberar nuestra gloriosa lengua de tanto extranjerismo, fue el propulsor del término balompié en lugar del de fútbol, castellanización del anglicismo football. Por desgracia no se salió con la suya, siendo el equipo sebiyano Real Betis Balompié el único que hizo caso a las sensatas recomendaciones de don Mariano.
Jean Nicot de Villamain
Sello de correos francés con el retrato de Nicot |
Este es, sin que casi nadie lo sepa, uno de los personajes más odiados de nuestros días, y eso que vivió en el siglo XVI. A diario se hace referencia a su persona, especialmente en los círculos médicos y en las puertas de los bares donde se apiña la gente para fumar ya que a Jean Nicot le cabe el dudoso honor de haber dado nombre a la nicotina, alcaloide contenido en las hojas del tabaco y, por cierto, un activo veneno si se toma en cantidades inadecuadas. Nicot fue embajador francés en Lisboa, donde conoció el tabaco, haciendo llegar en 1560 a la reina Catalina de Médicis semillas de esta planta las cuales fueron sembradas en el invernadero real. Inicialmente, el uso del tabaco en Francia estuvo encaminado a esnifarlo como rapé para combatir los dolores de cabeza.
Antonio Ros y Olano
Gorro militar de tres letras: ros. Los que hacen crucigramas se habrán topado con esta palabra tantas o más veces que el famoso yunque de platero (tas) o el zorro ártico isatis. Ros fue un militar y aristócrata español que introdujo el quepis en la indumentaria de la milicia hispana. El quepis fue un gorro que estuvo muy de moda en todos los ejércitos occidentales durante el siglo XIX, siendo aún reglamentario en el francés y, en cierto modo, hasta se ha convertido en uno de sus símbolos. La difusión de este tipo de prenda obedecía a su ligereza y, más importante aún, a que eran más baratos de fabricar que los añejos morriones y mitras de tiempos anteriores. Pero en España, que igual nos tragamos extranjerismos a tope que los detestamos, pues en vez de denominarlos como quepis se les llamó como el que los introdujo en España: ros. Actualmente siguen en uso en el uniforme de gala de la Guardia Real.
Bueno, con esto vale por hoy que, además, me duele mogollón la cabeza con "la joía caló de loh cohone".
Hale, he dicho
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