No cabe duda de que esta orden germánica tiene un morbillo especial que, aunque no alcanza al de los controvertidos templarios, provoca curiosidad entre los aficionados a estos temas belicosos. Y si encima uno ha visto la peli aquella de "Alexander Nevski" de Eisenstein, cuando el landmeister Hermann von Balk, con voz profunda y siniestra, ordena escabechar a los sufridos rusos de Pskov haciendo incluso arrojar a los niños a una pira para que se quemen vivos, pues más aún. Obviamente, la película era una apología del heroísmo ruso y ponían a los freires como sádicos asesinos germanos, pero no deja de reflejar como las gastaban los monjes guerreros a la hora de imponer su voluntad con todo aquel que les hiciera frente y si encima era infieles enemigos de Dios ni les cuento.
Mitos y tópicos aparte, la orden teutónica no solo ganó protagonismo en Tierra Santa sino que alcanzó lo que ninguna otra orden militar pudo obtener: su propio estado, con unas dimensiones más o menos similares a las de la península itálica. Veamos pues algunas curiosidades curiosas sobre estos poderosos freires...
Asedio de Acre en 1190 |
Curiosidad 1. El origen de la orden se remonta al cerco de Acre (1190), durante la Tercera Cruzada. En dicha expedición, que resultó un desastre completo tanto para el emperador del Sacro Imperio Federico Barbarroja como para su ejército (el emperador murió ahogado al cruzar el río Saleph), las tropas germánicas crearon un hospital de campaña bajo la advocación de la Virgen María, el cual estaba bajo el mando de un prior. El 5 de marzo de 1198, el papa Celestino III reconoció la orden creada por los esfuerzos del Canciller del Sacro Imperio Conrad von Querfurt, la cual adoptó la regla agustina y tomó el nombre de FRATES DOMVS HOSPITALIS SANCTÆ MARIÆ THEVTONICORVM o, lo que es lo mismo, Hermanos de la Casa Hospital Germánica de Santa María. Su primer MAGISTER HOSPITALIS o gran maestre fue Heinrich Walpot, que gobernó la orden apenas dos años, hasta 1200.
Ruinas del castillo de Montfort |
Curiosidad 2. Se establecieron en Cilicia, en el reino de Armenia. Su cuartel general lo ubicaron en la fortaleza de Montfort, un castillo inexpugnable construido años antes por Joscelin de Courtenay al norte de Palestina. Los árabes le daban el nombre de Qala't al-Qurayn, castillo del Cuerno, por estar situado en un espolón rocoso cerca de un río con ese mismo nombre. Este castillo fue tomado por el gobernador mameluco de Egipto en 1271, por lo que el cuartel general de la orden fue trasladado a Acre hasta la caída de esta ciudad en 1291.
Escena de la batalla de La Forbie procedente de un manuscrito de la época. Obsérvese el soldado de la derecha con el Bausant del Temple que huye del campo de batalla |
Curiosidad 3. El encono y el valor de los teutones quedó claramente demostrado en la nefasta jornada de La Forbie, librada entre los días 17 y 18 de octubre de 1244. En dicha batalla, las tropas egipcias al mando de Baybars infringieron una aplastante derrota a los cruzados, de forma que de los 400 caballeros teutones que formaban parte del contingente cristiano murieron en el campo de batalla 397. Entre los tres supervivientes se encontraba el hochmeister o gran maestre Gerhard von Malberg el cual, por cierto, fue obligado a renunciar al cargo ese mismo año, tras lo cual ingresó en la orden del Temple. Le sucedió en el cargo Heinrich von Hohenlohe, uno de los más poderosos y acaudalados señores feudales alemanes.
Hermann von Saltza, el más legendario maestre de la orden, la cual gobernó entre 1209 y 1239 |
Curiosidad 4. La organización de la orden era más o menos similar a la de otras, tales como el Temple o el Hospital si bien en este caso las particiones territoriales eran bayliatos. El hochmeister era el gran maestre, cuya elección se llevaba a cabo mediante nominación y posterior votación por el capítulo general de la orden. Los demás cargos eran los siguientes:
El grosskomtur o gran comandante
El oberster marschall o mariscal supremo
El oberster splitter o hospitalario supremo
El oberster trappier o pañero supremo
El tressler o tesorero
Mientras la sede estuvo en Tierra Santa, el hochmeister nombraba a un deutschmeister para dirigir las posesiones de la orden en el Alemania, que en aquella época era un bayliato. Así mismo designaba los landmeisters de Prusia y Livonia, los cuales debían enviarle anualmente un informe detallado de su gestión y, cada tres años, debían acudir en persona a rendir cuentas a Tierra Santa.
Turcopolo |
Curiosidad 5. Debido a que la orden no contaba con un gran número de caballeros de linaje como ocurría con los templarios, debían recurrir a aceptar entre sus contingentes a tropas de lo más dispar. Por un lado estaban los diener o sirvientes, similares a los servants del Temple, y que combatían como hombres de armas a caballo o como ballesteros. También contaban con turcopolos, mercenarios de origen turco, armenio, sirio e incluso árabe convertidos al cristianismo y que combatían como caballería ligera. Por cierto que el término turcopolo proviene del griego τουρκόπουλοι, que significa "hijo de los turcos". Finalmente estaban los witinges, los cuales eran hombres libres y nobles originarios de Prusia, de religión anteriormente pagana y cristianizados. Obviamente, el mantenimiento de estas tropas a sueldo no era precisamente barato, pero el poder económico de la orden podía permitirse eso y más. Sirva de ejemplo el hecho de que en 1346, el rey de Dinamarca vendió a los teutones sus posesiones en el norte de Estonia por 19.000 marcos de plata, que equivalían a 980 kg. de ese metal. Al precio actual de la plata, unos 458.000 € de hoy día que para mí los quisiera, juro a Cristo...
Caballero teutón del principios del siglo XIII |
Curiosidad 6. Desde la fundación de la orden hasta el año 1244 no se implantó un hábito como ocurría en las demás órdenes militares. Sin embargo, en la fecha antes señalada se dictaminaron una serie de normas de uniformidad entre las que se prohibían expresamente las ropas suntuosas que denotasen "esplendor mundano". Así pues, el papa dictaminó que el hábito debía ser blanco, así como el manto, como señal de pureza. Los miembros de la orden tenían absolutamente prohibido vestir otras ropas que no fueran las que el trappier o pañero les entregaba cuando ingresaban en la misma. El equipo consistía en: dos camisas, dos calzas, dos pares de calcetines, un hábito, un saco de dormir, una sábana, un breviario y un cuchillo. A ese parco vestuario se le añadía una pelliza barata de piel de cabra o de oveja. Los caballeros debían dormir en camisa, calzas y calcetines, y no podían cerrar con llave el arca donde guardaban la ropa. Podían tener barba, pero el pelo había que llevarlo muy corto. No podían usar su cota de armas ni entretenerse con ningún tipo de juego. Solo les estaba permitido como distracción tallar la madera.
Dominios del Osdensstaat a mediados del siglo XV. Su existencia se prolongó desde 1244 hasta el siglo XVI |
Curiosidad 7. La orden aceptaba a cualquier sujeto capacitado para el servicio de las armas fuese noble o no debido al peculiar sistema social del Sacro Imperio en el que la gran parte de la población eran ministerialis. Los miembros de este estamento eran considerados legalmente como dienstmann o siervos. Sin embargo, esta "servidumbre" no tenía el mismo significado en Alemania que en el resto de Europa ya que estos hombres eran considerados en el siglo XII como auténticos nobles. En fin, reminiscencias de las añejas leyes romanas. La cosa es que la segunda mitad del siglo XIII un 75% de los efectivos de la orden procedían de los ministerialis, mientras que solo un 12% de sus miembros pertenecían a la alta nobleza y un 7% a familias hidalgas. De hecho, quince de los maestres habidos a lo largo del tiempo procedían de familias de origen ministerialis. En todo caso, los aspirantes debían responder, como ocurría con otras órdenes, a una serie de preguntas para ser admitidos. En el caso de los teutones eran diez, debiendo responder negativamente a las cinco primeras y afirmativamente a las cinco segundas si no quería ser enviado a hacer puñetas allí mismo. Estas eran las preguntas:
- ¿Perteneces a alguna otra orden? Esta pregunta era habitual en todas las órdenes para impedir que miembros expulsados de mala manera de una de ellas se refugiaran en otra.
- ¿Estás casado? Está de más decir que el celibato se observaba a rajatabla, castidad aparte.
- ¿Tienes algún defecto físico oculto? Obviamente, un hombre cuya misión sería combatir debía estar sano y en perfecto estado físico.
- ¿Tienes deudas? Eso de deber dinero estaba muy feo y, además, solo imaginar que se presentase el acreedor en uno de sus castillos a reclamar la pasta les producía vahídos de vergüenza.
- ¿Eres un siervo? En esta condición no se contemplaban los ministerialis ya que, como se ha dicho, legalmente no se consideraban como tales.
- ¿Estás preparado para luchar en Palestina? Pregunta un poco chorra. Decir que no suponía terminar allí mismo su vida como teutón.
- ¿Estás preparado para luchar en cualquier otro sitio? Ídem de ídem.
- ¿Estás preparado para cuidar a los enfermos? Evidente. Para eso el origen de la orden era un hospital. Y ojo, que eso no era agradable porque igual te tocaba un nene con catarro que un viejo con lepra al que la carne se le caía a pedazos.
- ¿Estás preparado para ejercitar cualquier oficio tal como está ordenado? Debían ser autosuficientes, vaya...
- ¿Estás preparado para obedecer la orden? La pregunta parece obvia, pero tras ella había toda una vida dedicada a acatar las órdenes de tus superiores, a luchar y dar la vida si fuera necesario, a renegar de familia y amigos, a no saber qué era ser padre o marido (tampoco es que se perdieran nada fastuoso con eso, pero bueno...) y a acabar tus días metido en un hoyo envuelto en tu hábito sin más.
Acojonan, ¿eh? |
Una vez cumplimentado este paso inicial, se procedía a profesar diciendo las siguientes palabras:
"Yo, Fulano, profeso y prometo castidad, renunciar a las propiedades, y obedecer a Dios, a la bendita Virgen María y a ti, hermano Mengano, maestre de la Orden Teutónica, y a tus sucesores conforme a la regla e instrumentos de la orden y te obedeceré a ti y a tus sucesores hasta la muerte."
La orden teutónica aún existe, si bien ya no se dedican a matar gente sino a obras de beneficencia. Su maestre desde el año 2000 es el abad Dr. Bruno Platter. Bueno, con estas siete curiosidades curiosas vale por hoy, que me duele la cabeza de forma proverbial, amén.
Hale, he dicho
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