La ideología nacionalsocialista marcó de forma notable el siglo XX a raíz de la subida al poder de Adolf Hitler. Este peculiar sujeto, que podría ser un tirano y un genocida de primera magnitud pero también era un orador inigualable y un profundo conocedor de como mover a las masas, supo hacer uso de una serie de símbolos que ni mucho menos fueron inventados por él por ser mucho más antiguos que su mismo partido y, sin embargo, la inmensa mayoría del personal identifica plena y exclusivamente con la ideología nazi.
Pero antes de meternos de lleno en el tema, un breve resumen histórico sobre los comienzos de esta nefasta ideología y su principal promotor a fin de poner en antecedentes a los que desconozcan esta parte de la historia.
Como todos saben, Hitler combatió durante la Primera Guerra Mundial en un regimiento bávaro. Fue herido en varias ocasiones y fue condecorado con las Cruces de Hierro de 2ª y 1ª clase, condecoración ésta última que muy raramente se concedía a un simple cabo, rango del que no pasó a pesar de su probado valor porque, paradojas del destino, el capitán de su compañía no lo consideraba adecuado para el mando y carente de espíritu de liderazgo. Era obvio que el capitán de marras era de todo menos psicólogo. En la foto de la izquierda tenemos al inefable Adolf con el uniforme del ejército imperial alemán, mucho antes de que su apellido pasara a ser sinónimo del Mal.
Tras la guerra y las penurias impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, Hitler, que actuaba como espía del ejército infiltrándose en los partidos extremistas, se afilia al DAP (Deutsche Arbeiter Partei, Partido Alemán de los Trabajadores), uno de tantísimos partidos de ideología pangermanista surgidos durante esa turbulenta época y creado por un cerrajero llamado Anton Drexler. Era un partido tan birrioso que el ex-cabo Hitler tenía el número de carné 555 ya que, para aparentar que eran más, la numeración empezaba a partir del número 500. O sea, en realidad era el miembro 55 del DAP. En la imagen de la derecha tenemos el carnet de marras, firmado en Múnich por el mismo Drexler el 1 de enero de 1920. Obsérvese por cierto que en dicho documento no aparece por ninguna parte la cruz gamada. El 8 de agosto de ese mismo año, en Salzburgo, tuvo lugar la fundación del NSDAP, o sea, el partido nazi que todos conocemos, producto de la fusión de varios partidos de ideología similar.
La bandera con la cruz gamada la diseñó el mismo Hitler unos meses después, tomando la svástika del DNSP, un partido austro-bohemio, y aplicando los colores de la vieja bandera imperial: rojo, blanco y negro. Pero aún tardaría un tiempo nuestro Adolf en hacerse el dueño absoluto del cotarro ya que, como suele pasar entre los políticos de todas las épocas, todos los figurones hacían lo imposible por ser el mandamás. De hecho, no fue hasta mediados de 1921 cuando Hitler logró imponerse a sus rivales, especialmente a Julius Streicher el cual fue posteriormente tan fanático seguidor suyo que en el patíbulo de Spandau gritó "Heil Hitler" antes de que la trampilla de la horca se abriera bajo sus pies.
Finalmente, dos datos curiosos: el peculiar bigote de Hitler fue consecuencia de un cuidadoso estudio de su fisonomía. Las fotos que hay de él de tiempos de la guerra nos muestran, como vemos en la foto anterior de éste personaje, al joven cabo Adolf luciendo un poblado mostacho similar al del kaiser Guillermo. Sin embargo, pensaba que tenía la nariz demasiado ancha para el concepto narigudo de los arios, así que se lo recortó con esa forma para que pareciera más estrecha. Por otro lado, el único picatoste del partido con una impronta auténticamente aria según todos los cánones (su cráneo dolicocéfalo estaba considerado por los genetistas del partido como perfecto), el obergrüppenführer Reinhard Heydrich, jefe del SD, del RSHA, Reichprotektor de Bohemia y Moravia, considerado por muchos como el sucesor de Hitler y al que todos temían como a la vara verde, incluido el jefe del Abwehr (espionaje), el almirante Canaris, el cual padecía incluso ataques de ansiedad ante la perspectiva de tener que entrevistarse con él, tenía al parecer un cuarto de judío si bien ya se preocupó él mismo de hacer desaparecer hasta el más mínimo rastro de su ominoso abuelo paterno, supuestamente un tal Gustav Süss.
Bueno, dicho esto, vamos al tema:
1. La cruz gamada o svástika. Es en realidad un símbolo antiquísimo procedente al parecer del valle del Indo, origen hipotético de los miembros de la raza aria (Himmler llegó a enviar investigadores al Tibet en busca de dichos orígenes). La svástika ha sido usada durante siglos por muchas culturas, desde los chinos a los romanos pasando por los pueblos germanos, los griegos y un largo etc. incluyendo ¡a los mismos judíos! y, básicamente, se trata de un símbolo benéfico. El término svástika procede del sánscrito, y gamada procede del griego tetragammadion, ya que cada brazo de la cruz es como la letra gamma, que tiene forma de L invertida, o sea, significa "cuatro gammas". Así pues, como vemos, la cruz que es hoy día símbolo de la maldad suprema representaba originariamente todo lo contrario, y me temo que pasarán muchos años o siglos antes de que se olvide que fue el símbolo asociado al mayor genocidio de la historia de la humanidad.
2. La Cruz de Hierro (Eisernes Kreuz en alemán) fue creada por un arquitecto llamado Friedrich Schinkel por orden del rey Federico III de Prusia en 1813 y basada en la cruz paté negra usada por los teutones. Lo que sí fue un invento de Hitler es el aumento de las distintas categorías de la misma. Anteriormente, sólo existían las de Primera y Segunda clase, pero durante la Segunda Guerra mundial se añadió la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con cuatro variantes distintas. Como curiosidad, comentar para los que no lo sepan que la de segunda clase se portaba en el uniforme de diario solo la cinta en el segundo ojal de la guerrera. La de primera clase en lado izquierdo, prendida sin cinta, y las de caballero en el cuello. Como ejemplo, ahí tenemos una foto del famoso capitán barón von Richthofen. En un ojal al lado derecho de la casaca lleva la cinta de la cruz de 2ª clase. A la izquierda lleva la de 1ª clase y al cuello la Orden Pour le Mèrite, en aquella época la más alta distinción al valor.
Esta cruz fue usada como distintivo por la aviación y la naciente arma acorazada alemana durante la Primera Guerra Mundial, y actualmente es el distintivo de toda la maquinaria bélica del ejército alemán. En la imagen de la izquierda tenemos un Leopard del Bundeswehr que porta dicha cruz si bien muy reducida de tamaño porque, actualmente, ya no son necesarios los indicativos muy vistosos ya que estos chismes suelen ir equipados con dispositivos electrónicos de identificación automática.
3. La Cruz Balcánica (Balken Kreuz). Al igual que la anterior, procede de la simbología teutónica con la que Hitler tanto se identificaba. De hecho, una de las pretensiones para su Reich de los mil años era que las SS fueran un renacimiento de dicha orden religiosa-militar. La cruz balcánica fue profusamente usada por la aviación alemana durante la Gran Guerra para, posteriormente, ser el distintivo del aviones, vehículos, etc. del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Su color y perfilado podía variar en función del color del vehículo, siendo incluso enteramente blanca. En la foto tenemos dos ejemplos de épocas diferentes: la imegen de la izquierda muestra un Fokker Dr.I de la Gran Guerra, y a la derecha una kette (cadena, una formación de ataque) de los archiconocidos Junker 87 Stuka de la Segunda Guerra Mundial. Como se ve en ambas imágenes, todos los aparatos lucen la cruz balcánica.
4. El uniforme de las SS. Precisamente por su pertinaz empeño en revivir todos los añejos símbolos germánicos, las letras que identificaban a este siniestro cuerpo fueron escritas en alfabeto rúnico, usado por las lenguas germánicas desde tiempos inmemoriales. El color negro del uniforme era utilizado desde muy antiguo por unidades de caballería destinadas a la guardia personal de los emperadores alemanes. Recordemos que las SS eran los pretorianos de Hitler desde su fundación en detrimento de las SA. Y la calavera con las tibias cruzadas, pues lo mismo. Desde mucho antes era el símbolo de ciertas unidades, especialmente de húsares. En la imagen podemos ver dos ejemplos: a la izquierda tenemos al mariscal Von Mackensen, fotografiado en 1915 con el uniforme de gala del 2º Regimiento de la Guardia. El de la derecha es Sepp Dietrich, comandante de la 1ª División SS. Como se ve, lucen la misma calavera con las tibias cruzadas.
De hecho, hasta en España se usaron antes de la existencia de los nazis. A la derecha tenemos un ejemplo: el emblema del Regimiento de Caballería Ligera Acorazada Lusitania nº 8, una unidad originariamente conocida como "Dragones de la Muerte" y a los que, por su arrojo en combate, el rey Felipe V concedió precisamente ese emblema tan significativo. O sea, que nosotros ya usábamos la dichosa calavera casi 250 años antes que los alemanes. Por cierto, un dato curioso: la conocidísima firma Hugo Boss fabricó durante la guerra los uniformes de las SS.
5. El "casco nazi". Es habitual entre la gente, cuando ven el casco alemán mod. 1935, decir "ese es un casco nazi". Los nazis no diseñaron este elegante y eficaz casco. Antes al contrario, era una versión aligerada del modelo 1916 diseñado por el cirujano August Bier y el armero Franz Marx, considerado posteriormente como demasiado pesado y con ciertas limitaciones en lo tocante a la visibilidad por su larga visera. Este casco, por su eficacia probada, fue copiado o su diseño fue la base para los usados por muchos países, entre ellos España con su modelo Z-42, en uso hasta la introducción del los cascos de Kevlar fabricados por Induyco que, por cierto, tienen el mismo diseño, así como el usado por casi todos los Kevlars actuales incluyendo el americano. Veamos la foto. Arriba a la izquierda tenemos el casco alemán mod. 1916. A la derecha, el mod. 1935. Debajo a la izquierda el modelo Trubia 1926, y a la derecha el Z-42, ambos españoles. Como se ve, muy "nazis" todos ellos.
6. El saludo nazi. Si te ven por la calle con el brazo extendido arde Troya. Eso es de nazis, de fascistas, te dirán. Sin embargo, antes que los nazis ya lo usaban los fascistas italianos y los falangistas españoles, y siglos antes era el saludo usado por los romanos y los pueblos germanos. Básicamente, saludar extendiendo el brazo enseñando la mano es algo universal, que viene a significar que se viene en son de paz y sin armas en la mano. Mussolini lo copió del antiguo saludo romano en su empeño por revivir el añejo imperio. Los nazis, a imitación del saludo germánico. Y si nos paramos a pensarlo, ¿cuántas veces al día saludamos de forma parecida a algún conocido con el que nos cruzamos por la calle? Al fin y al cabo, la mano abierta ha sido desde tiempos inmemoriales signo de paz en todas las culturas y civilizaciones del mundo mundial. Sin ir más lejos, ahí tenemos al emperador Marco Aurelio saludando como Hitler, aunque dudo mucho que el estoico césar tuviera la más mínima idea de la existencia del belicoso germano que nacería casi dos mil años más tarde.
En fin, como hemos podido ver, los nazis no fueron precisamente nada creativos. Se limitaron a adoptar la simbología, colores e insignias ya creadas antes por otros en su afán de enaltecer sus valores nacionalistas hasta extremos de verdadera paranoia. A tanto llegó el odio en el mundo por esta simbología que, por ejemplo, en Inglaterra estaba terminantemente prohibido hasta no hace muchos años cualquier cosa en la que apareciera una cruz gamada. Aún recuerdo, en mis tiempos de denodado modelista, como se encontraban aún viejas maquetas de la marca británica Airfix cuyos modelos de aviones alemanes no traían las calcas de la cruz gamada del timón de cola, por lo que había que pintarlas a mano o buscarlas entre las sobrantes de otras maquetas.
Bueno, creo que con lo dicho quedan desmontados bastantes mitos y tópicos que, por repetidos, la gente toma como artículos de fe. Por desgracia, siempre topamos con algún "experto" que se sabe de memoria todos los cómics de "Hazañas bélicas" y, como habla con mucha propiedad, pues la gente va y se lo cree a pie juntillas sin preocuparse mucho de corroborar la información recibida.
Hale, he dicho...
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