martes, 18 de diciembre de 2012

Asesinatos 2. Gaio Caligula



Gaio Julio César Augusto Germánico. Ese era el nombre completo del perverso, depravado, alevoso, taimado, cruel y diabólico emperador más conocido como Gaio Caligula, mote éste que, como comenté en una entrada anterior, adquirió de crío por las pequeñas sandalias que las tropas de su padre, el gran Germánico, le fabricaban porque pensaban que les daba suerte el puñetero niño y que era como un talismán para las legiones bajo el mando de su padre. Veamos brevemente algo sobre su vida...

Este sujeto ya mostró desde muy niño ciertas tendencias, digamos, un tanto extrañas. Sólo se divertía fastidiando a los demás, a los criados y esclavos de la casa o mortificando y matando cruelmente a los animales que caían en sus manos. Tras una adolescencia un tanto pesarosa por haber sido su familia desterrada, logró congraciarse con su tío abuelo, el viejo emperador Tiberio, el cual acabó nombrándolo sucesor suyo junto a su nieto Gemelo. 


TIBERIO CLAUDIO NERON
La cosa es que supo ganarse la amistad del prefecto pretoriano Nevio Sertorio Macro, con cuya complicidad acabó con su tío abuelo. Las versiones son diferentes según los autores: unos dicen que el mismo Macro lo ahogó con una almohada, otros que Caligula lo envenenó, otros que lo estranguló él mismo. En todo caso, la cuestión es que liquidó al emperador, se puso su anillo, Macro le otorgó la imprescindible ayuda de los pretorianos para ascender al poder, y al poco tiempo se quitó de en medio a su primo Gemelo. 

Tras un breve tiempo en el que todo indicaba que sería un gran hombre, como lo fue Augusto, Caligula se mostró tal cual era, dando lugar a una tiranía abyecta donde las extravagancias, la crueldad y las más inmundas depravaciones eran cosa cotidiana. Su reinado no llegó a los cuatro años. Muchos de los libertos más influyentes de la corte, senadores y militares de rango, hartos de verse constantemente sometidos al arbitrario capricho y a los constantes insultos y vejaciones del monstruo, decidieron acabar con él. 

GUARDIAS PRETORIANOS
Al parecer, el principal instigador del complot fue el prefecto (Suetonio dice que tribuno de una cohorte pretoriana) Casio Querea, el cual era especial objeto de las burlas de Caligula, que lo trataba de afeminado y le obligaba a besarle la mano, costumbre ésta que los romanos abominaban por considerarla indigna y propia de los bárbaros de oriente. Pero no era fácil acercarse a Caligula con intenciones aviesas ya que éste no se separaba un instante de sus guardias germanos, los cuales velaban por su persona como si de un dios vivo se tratase. Sin embargo, la ocasión se presentó aprovechando la celebración de unos juegos palatinos, ya que Caligula era muy aficionado al canto y al baile. Así pues, el 9 de las calendas de febrero (24 de enero), alrededor de la una de la tarde sintió hambre y se retiró de la tribuna a comer seguido de su séquito de senadores y demás gente próxima a su persona. En una galería del teatro se detuvo a contemplar a unos adolescentes procedentes de las principales familias de los reinos de Asia bajo dominio romano que estaban ensayando su actuación, momento que aprovecharon los conjurados para acabar con él. 

¡MUERE, JOPUTA!
Hay diversas versiones sobre lo ocurrido. Unos dicen que el primero en golpear fue Casio Querea, que le asestó una puñalada en el cuello, tras lo cual recibió otra en el pecho del senador Cornelio Sabino, el cual odiaba con toda su alma a Caligula porque obligó a su mujer a prostituirse. Otros afirman que Casio Querea se acercó a pedirle la consigna del día, a lo que el emperador respondió: "Júpiter", tras lo cual el tribuno le golpeó en la cara gritando: "Recibe una muestra de su cólera". A continuación se le echaron encima los conjurados y le asestaron más de treinta puñaladas gritando su consigna: "¡Repite!". Y bien que la cumplieron, porque lo dejaron como un colador. 

MILONIA CESONIA
En aquel momento, sus guardias germánicos, alertados, hicieron acto de presencia y mataron a todos los que pudieron, incluyendo a dos senadores que no tenían nada que ver con el complot. Pero el malvado Calígula ya estaba muerto cosido a puñaladas, que hasta hubo uno que le acuchilló en los genitales. El tío de Caligula, Clau-Clau-Claudio, que estaba comiendo en una estancia cercana llamada HERMEVM, al tener noticia del crimen se asustó tanto que se escondió tras un tapiz. Unos pretorianos que entraron en dicha estancia le vieron asomar los pies bajo el tapiz, descubriéndolo. Clau-Clau-Claudio, aterrorizado, se tiró al suelo suplicando por su vida pero los pretorianos, viendo que era inofensivo, lo llevaron a su campamento. Al día siguiente, y a la vista de que el pueblo pedía un nuevo césar, el senado, cuya gran mayoría apelaba a la restauración de la república, decidió que el viejo tío del monstruo era el hombre ideal para el cargo ya que, además, Calígula no había nombrado sucesor.

Así acabó éste abyecto personaje, a la edad de 29 años. Curiosamente y a pesar de su pésima gestión de gobierno, el pueblo pidió a gritos que se vengara su muerte. Está visto que sarna con gusto, no pica. Bueno, dicho esto, veamos algunas

CURIOSIDADES

1. Tras el crimen, el mismo Casio Querea dio muerte a la mujer de Calígula, una plebeya de nombre Milonia Cesonia, la cual supo seducir a Caligula por ser aún más lujuriosa y degenerada que él, ya que no era ni joven ni hermosa. A la hija habida de ambos, Julia Drusila, que era aún una cría pequeña, le reventó la cabeza estrellándola contra una pared. 

2. Clau-Clau-Claudio promulgó una amnistía nada más subir al poder, pero ésta no alcanzaba a los militares unidos al complot. Casio Querea optó por suicidarse.

3. Su frase favorita era: Que me odien con tal que me teman. Justo es reconocer que logró ambas cosas.

4. Tiberio, conocedor del depravado carácter de su sobrino nieto decía de él: "Dejo vivir a Gaio para su desgracia y para la de todos". Conviene aclarar que Tiberio, por diversas circunstancias que no vienen al caso, era un hombre amargado, un misántropo que se largó a Capri para dar rienda suelta a sus instintos más bajos, dejando el gobierno en mano de su prefecto pretoriano Lucio Aelio Sejano.

5. Al poco tiempo de ascender al trono, hizo cambiar el nombre del mes de septiembre por el de su padre, Germánico. Caligula había nacido precisamente en ese mes.

6. Entre su infinidad de aberraciones, quizás una de las más sonadas fue la de inaugurar en su propio palacio un burdel en el que eran obligadas a prostituirse las mujeres e hijas de los hombres más importantes de Roma. Los que entraban en él recibían para el pago del servicio una cantidad de dinero a modo de préstamo bajo un interés altísimo. Naturalmente, no se podían negar a aceptar esas condiciones.

7. Padeció epilepsia desde muy corta edad y, posiblemente, una meningitis al inicio de su reinado que le dejó el cerebro aún más averiado de lo que ya estaba. Por otro lado, padecía de insomnio, no pudiendo dormir más de dos o tres horas al día, lo que le irritaba aún más.

8. Era alto, y muy velludo. Sin embargo, acusaba una calvicie precoz. Tanto le enojaba esto que no permitía que nadie le mirara desde una posición elevada.

9. Era un apasionado de las carreras de cuadrigas, siendo riguroso seguidor de los verdes. Había otros tres partidos más: los blancos, los rojos y los azules.

10. Su caballo preferido, Incitatus, dormía en una caballeriza de mármol, comía en un pesebre de marfil y era cubierto con mantas de púrpura, teniendo a su disposición esclavos y mobiliario doméstico. En las vísperas de alguna carrera, enviaba tropas por el vecindario para que nadie hiciese ruido y perturbase el descanso del animal.

11. Mantuvo relaciones incestuosas con sus tres hermanas.

12. Poco antes de su muerte, un oráculo le advirtió que "se guardase de Casio". Pensando que se trataba del procónsul de Asia, Casio Longino, mandó matarlo. No cayó en la cuenta de que, en realidad, a quien se referían era al prefecto Casio Querea. 

Bueno, s'acabó lo que se daba.

Hale, he dicho

Recreación del aspecto real de nuestro personaje basado en el busto que vemos a la izquierda
                                                                                                                                                                                                             

No hay comentarios: