miércoles, 27 de mayo de 2020

10 curiosidades curiosas sobre el JS-2


Enésimo paseo ante la Puerta de Brandenburgo, para que a nadie en el planeta le quedara el más mínimo atisbo de duda
de que los soviéticos se habían apoderado de Berlín

Bueno, al igual que hicimos con el T-34, daremos remate al artículo sobre el JS-2 con las curiosidades curiosas de turno, como no podía ser menos. Vamos pues...

1. Observen la foto de la derecha. Arriba aparece un JS-2 y debajo un JS-85. Aunque sean modelos distintos da lo mismo y, de hecho, esta curiosidad puede aplicarse también a los KV o vehículos de este tipo con suspensión. Pero antes de todo, mejor  dar el nombre de cada parte del tren de rodaje para, aparte de no dejarse pillar por algún cuñado que se agenció la "Enciclopedia de los Tanques de toda la Galaxia" en 4.800 fascículos, sepamos de qué estamos hablando: la rueda dentada es la rueda tractora, sobre la que actúa la transmisión. O sea, es la que mueve el vehículo. Las que ruedan sobre la cadena son las ruedas de apoyo. Las pequeñas donde se apoya la cadena, rodillos de retorno, y la rueda opuesta a la tractora es la rueda tensora. Sí, las cadenas se tensan o destensan a voluntad, y a eso vamos. Como ven, en la foto superior se ven las cadenas bastante flojas, mientras que en la foto inferior aparecen tensas. De hecho, los carros rusos con las cadenas que parecen de plastilina es una imagen muy recurrente. Bien, la explicación es simple. Los carros que actúan en zonas donde pueda haber grandes acumulaciones de barro o nieve deben destensar las cadenas ya que, al pegarse al interior de los eslabones, la plasta que se mete entre las ruedas y dichos eslabones puede hacer que la cadena se salga, o incluso que se rompa por la presión. En ese caso, pues se destensaba para dejar espacio para evitar que esa acumulación fangosa produjese un desastre. Si por el contrario se operaba en ambientes secos o carreteras en primavera o verano, se tensaba la cadena. En la foto A vemos la rueda tractora con un raspador para limpiar el interior de barro o nieve cuando giraba. Y en la foto B aparece el mecanismo de tensado. El conductor sabía el punto adecuado, así que con una llave regulaba la tensión desplazando la rueda tensora hacia adelante o hacia atrás. 

Sin embargo, ese efecto no se produce cuando se circula sobre arena ya que esta no se pega al tren de rodaje. Observen el JS-2 que se ve en segundo término rodando por el desierto del Turkestán, y verán que las cadenas están tensadas. Lo que sí ocurre con la arena es que, caso de que el carro lleve faldones, accesorio que este vehículo no usaba, se acumule entre dichos faldones y el tren de rodaje, produciendo la salida de la cadena. Ejemplo: a los M1 yankees que actuaron en el Golfo les tuvieron que recortar la parte del faldón que cubría la rueda tractora porque, precisamente por la arena, se producían mogollón de salidas de la misma, y una cadena no la puede arreglar una tripulación porque pesa tonelada y media o más tranquilamente. 

Por último, algunos me dirán que han visto mogollón de fotos de carros rusos circulando por calles con las cadenas en modalidad plastilina, y es cierto. Ya lo vemos en esa famosa foto de un JS-2 en Berlín. Ni había nieve o barro porque era en el mes de mayo, y además circula por calles pavimentadas. Bien, si lleva la cadena floja en este caso, pues no pasa nada. El piloto pasaría de tomarse la molestia en tensarlas. El problema que sí puede surgir es que, si corría más de la cuenta, los dientes de la rueda tractora podían no entrar correctamente en los eslabones, produciéndose una rotura o una salida de la cadena. Bueno, en cualquier caso ya saben por qué se destensaban las puñeteras cadenas. Sigamos...

Obús 1931/37 de 122 mm. con un alcance de 21 km., que no es cosa baladí.
Esta pieza se puede ver en el Museo de El Goloso, y presenta su aspecto
tras las modernizaciones consistentes en dotarlas de suspensión hidráulica
y neumáticos de balón. Su denominación alemana era 12'2 cm. Kanone
390/2r. Por cierto, el cierre siguió siendo de tornillo ya que el de cuña
deslizante solo se usó en los carros de combate
2. Esta desmadejará a cualquier cuñado que haya hecho la mili en artillería. Como recordarán, el cañón D-25T que montaba el JS-2 era una modificación del obús A-19 modelo 1931/37 de 122 mm. ¿Saben que esa pieza sirvió en España hasta principios de los 90? Sí, cierren sus asombradas fauces y parpadeen un poco, no se les sequen las retinas. Como todos sabemos, los tedescos capturaron cantidades ingentes de material en los primeros meses de la guerra, cuando los hijos del padrecito Iósif galopaban en dirección este. De ese material, a través del Programa Bär (Programa Oso), firmado entre España y Alemania para rearmar al depauperado ejército español de la posguerra, el ciudadano Adolf tuvo la gentileza de vendernos 150 piezas en 1943 y, a la vista del buen resultado de las mismas, como era más bien dudoso que el gobierno de la URSS demandase al gobierno de Franco por plagio, pues entre 1952 y 1956 se fabricaron 32 piezas más en la fábrica de Trubia y, encima, sin planos, fusilándolos literalmente pieza a pieza además de munición para las mismas. Total, a saber dónde leches habían guardado los bolcheviques la patente del obús. Entre los años 60 y 80 se efectuaron una serie de reformas en las piezas para modernizarlas hasta que fueron dadas de baja  a principios de los 90. No sé si el padrecito Iósif tuvo noticia de esto, pero si llegó a saber que varios los maravillosos obuses fabricados por los trabajadores proletarios de la Gran Madre Rusia acabaron en manos del malvado dictador español le da un chungo. Estos obuses fueron repartidos en Regimientos de Artillería de Cuerpo de Ejército por todo el territorio nacional, dotando a cada uno con 12, 8 o 4 piezas en función de la importancia estratégica de su destino.

3. Cuando empezaron a dar de baja los T-10M, ex-JS-8, fieles a la consigna del partido de aprovechar hasta los cordones de los zapatos para deshilacharlos y reciclarlos en hilo de coser, sus torretas fueron destinadas a armas trenes blindados o a la densa red de casamatas que se alineaban a lo largo de la frontera china, haciendo compañía a las de los T-34/85, T-54 y T-55 que habían acabado en tan triste y aburrido destino. En la foto inferior podemos ver un vagón armado con dos torretas del T-10 que se puede contemplar en el Museo de las Fuerzas Armadas en Kiev. 




La Cosa 279
4. Aunque se trate de un modelo posterior a la guerra, pertenece a la familia de los JS a pesar de que se parece a sus cuñados como un huevo a una castaña. Lo incluyo pues como curiosidad curiosa porque es uno de los chismes más extravagantes que se puedan concebir, y parece talmente sacado de una peli de ciencia-ficción de serie B de los años 50. Se trata del объект 279 (objeto 279), que más que un objeto es una cosa. Ahí lo tienen. Es el único ejemplar fabricado si bien otras fuentes dicen que se construyeron tres unidades, pero que dos de ellos fueron destruidos al desecharse el proyecto, mientras otras afirman que no llegaron a terminarse. En todo caso, el que vemos es el que queda y está expuesto en el Museo de Blindados de Kubinka. El объект 279 fue diseñado en 1959 por Lev Sergéyevich Troyanov, de la oficina de diseño del general Kotin que, como recordarán, fue el progenitor de la serie JS. 


Este extraño vehículo estaba concebido para circular hasta por donde un carro de combate normal no podía, o sea, era un carro de combate todoterreno literalmente. Su extraño casco, con forma de platillo volante alargado, estaba diseñado para que no pudiera volcarlo la onda expansiva de una explosión nuclear, y su blindaje laminado podía resistir incluso el impacto de una carga hueca de 90 mm. o de un perforante de 122 mm. que, a la vista de su forma, tendrían que dispararle desde un avión para que impactara verticalmente y no saliera desviada. En todo caso, su blindaje era bestial: el frontal de la torreta tenía 305 mm. de espesor a 30º (recuerden que eso aumentaría el grosor alrededor de un 50%), y el casco "apenas" 269 mm. a 45º. Estaba armado con un cañón M-36 de 130 mm. y una ametralladora KPVT de 14,5 mm. Y por si fuera poco, sus cuatro orugas, que aunque le facilitaban encaramarse donde fuera o pasar por encima de dientes de dragón u obstáculos anticarro de cualquier tipo, les dificultaba enormemente efectuar giros y circular por terreno fangosos. Su peso era de casi 60 Tm. Obviamente, este engendro no fue una iniciativa particular de Kotin, y menos aún de Troyanov, sino que obedecía a una orden de Nikita Kruschev para tener un carro pesado que actuara como punta de lanza en un hipotético ataque contra Europa Occidental y que fuera capaz de resistir la evidente respuesta al mismo: un contra-ataque con armas nucleares.  En fin, amantes de lo raro, ya tienen tema de conversación para un rato.


5. Un ejército perteneciente a un país frío piensa ante todo en el frío, y no como el cantamañanas del enano corso (Dios lo maldiga cienes de trillones de veces), que pensaba que los brillantes uniformes de su horda de saqueadores de tumbas y violadores de monjas les protegerían cuando la temperatura bajase 40º de un día para otro, literalmente. Como una repentina helada podía dejar las baterías flojitas de carga o bloquear el motor de arranque, para ayudar a ponerlo en marcha el JS-2 disponía de un dispositivo de aire comprimido. Delante del puesto de conducción vemos dos bombonas negras que, accionadas por el piloto, metían un chute a lo bestia para ayudar al motor de arranque aunque la batería estuviera bajo mínimos. Y ya que tenemos esa perspectiva, pues aprovechamos para detallar los demás chismes. Aparte de los periscopios de visión lateral que vimos en la entrada anterior, podemos observar las palancas de conducción a ambos lados del asiento, el cuadro de mandos a la derecha y, debajo del mismo, la palanca de cambio. El JS-2 tenía 8 velocidades p'alante y 2 pa'trá. Lo que se ve justo tras el asiento del piloto es uno de los cofres metálicos para las vainas, que ocupaban todo el suelo de la cámara de combate.


6. Veamos el interior de la torreta, que siempre viene bien saber qué es cada chisme y para qué sirve. Aparte de la masiva culata del cañón que vemos ocupando todo el lateral izquierdo de la foto tenemos: 

Punto rojo: extractor de humos. En el exterior estaba protegido por una cúpula blindada.
Punto amarillo: visor Mk-4. Obsérvese el asa para girarlo, la almohadilla frontal para no dejarlos la testuz si pillamos un bache gordo, y el clip de cierre para removerlo en caso de necesidad. El visor estaba protegido exteriormente por un semicírculo blindado que lo rodeba por todo su perímetro menos por delante, como es lógico. 
Punto verde: armario para cuatro platos de 63 cartuchos para la ametralladora DT.
Punto blanco: soporte de la ametralladora DT coaxial que, en este caso, no aparece montada en el mismo. 
Punto celeste: soporte para cinco vainas de uso inmediato. Sobre el lateral del casco, al lado del asiento del cargador, había otro soporte para otras tres vainas de uso inmediato colocadas horizontalmente, y un soporte más adosado en la torreta, justo encima del anterior, para otras dos vainas más. Cada una pesaba 6 kilos.
Punto marrón: motor de giro de la torreta. Efectuaba un giro completo en 22,5 segundos.
Punto rosa: luz interior lado derecho.
Punto naranja: bolsa de lona para el cable del intercomunicador, cuya conexión vemos justo a su izquierda. Cuando el cargador ocupaba su puesto, sacaba el cable y lo enchufaba al conector de su chichonera. Como ya se ha dicho, el ruido en el interior de estas máquinas era un poco molesto. Por último, en el suelo vemos más cofres de munición.


7. Pasemos al lado izquierdo, donde se apretujaban el jefe del carro y el artillero. De arriba abajo tenemos sin marcar los visores de la cúpula del jefe de carro, provistas de protección acolchada. A partir de ahí, bajemos:

Punto marrón: luz interior lado izquierdo.
Punto rosa: conexión intercomunicador. 
Punto naranja: visor 10T-17 con su protección acolchada (estamos en un JS-2M, posterior al que vimos en la entrada anterior y por ello varían algunos detalles). Curiosamente, el ocular está situado para mirar por el ojo izquierdo, cuando lo habitual en la inmensa mayoría de los diestros es que su ojo maestro sea el derecho. Igual existía la opción de mover el protector para usar un ojo u otro, pero no he podido averiguar ese dato. Sobre el TSh-17 vemos el visor Mk-4 de visión circular.
Puntos rojos: armarios para platos de munición para las ametralladoras.
Punto azul: volante de giro manual de la torreta. Sus partes la podemos ver mejor en el detalle superior izquierdo: Flecha magenta: manivela del volante. Flecha amarilla: palanca de bloqueo para inmovilizar la torreta. Flecha verde: botón del disparador eléctrico del cañón. 
Flecha roja: cordón para accionar el disparador mecánico del cañón.
Punto blanco: volante elevación del cañón
Punto celeste: soporte para otras cinco vainas de uso inmediato. 
Punto verde: asiento artillero.
Punto magenta: aparato de radio 10-RK
Punto amarillo: asiento jefe de carro. Podía plegarse hacia atrás.


8. Y total, ya puestos veamos la trasera de la torreta.  Ante todo, destacan los soportes para los proyectiles. El de la izquierda es para los rompedores de alto explosivo que, como recordarán, eran de dos tamaños porque lo que en el bastidor puede regularse la altura de los clips de sujeción. A la derecha se almacenaban los de carga hueca.  Por cierto, la cosa pringosa que un cable que se ve en el soporte de la izquierda es solo una chichonera con su cable para el intercomunicador.

Punto magenta: protector de la culata del cañón. Este carecía de cesto para las vainas y, al ser de eyección semiautomática, en cuanto se disparaba salía la vaina lanzada hacia atrás. Para que no golpease los proyectiles estaba provisto de ese protector.
Punto amarillo: lo mismo, pero por si la vaina se desviaba y le daba al jefe de carro en el costado derecho, reventándole el hígado. Por otro lado, al carecer de escotilla de expulsión para las vainas, estas se quedaban rodando por el suelo hasta que el cargador las recogía y las arrojaba fuera a través de su escotilla del techo. Si no disponía de guantes de amianto debía esperar a que se enfriaran antes de cogerlas si no quería achicharrárselas hasta el hueso.
Punto naranja: ahí debería ir la rótula de la ametralladora trasera que, al ser el modelo de la foto un JS-2M, había sido sustituida por un extractor de aire.
Punto rojo: intercomunicador P-120 que se conectaba a la radio para poder atender a la misma o comunicarse entre los tripulantes si andar repitiendo unos a otros lo que oían. Ya se habló de eso anteriormente.
Punto verde: cúpula del jefe de carro.

Un carrista abre fuego contra un objetivo terrestre en una calle de Berlín.
Justo delante de su cara se ve la mira colimadora que podemos apreciar
mejor en el detalle de la derecha.
9. La ametralladora DShK instalada en la cúpula del jefe de carro, al estar destinada preferentemente a uso anti-aéreo y en un alarde tecnológico impropio de soviéticos, aparte de las miras abiertas normales tenía instalada una mira colimadora K-8T. Como algunos ya sabrán, es el tipo de mira que se usaba en los aviones y con un retículo que permitía predecir el avance del disparo. Para que luego digan que el padrecito Iósif no se preocupaba por sus hijos. Con todo, la K-8T era igualmente válida para hacer fuego contra objetivos terrestres, tanto estáticos como en movimiento. En el primer caso bastaba poner el blanco en el centro del retículo, y en el segundo guiarse por las escalas del retículo o dejarse de chorradas y hacerlo siguiendo la trayectoria de las balas trazadoras, que para eso están. 


y 10. Ya mencionamos que el JS-2, al igual que el T-34, estaba provisto de troneras para abrir fuego con armas ligeras para defensa cercana. Bueno, pues ahí tienen el sistema de cierre completo, para provocarles a sus cuñados arcadas de paroxismo. La pieza 1 es el tapón que, como ya se comentó en su momento, disponía de un cable lastrado para mantenerlo en su sitio sin necesidad de asegurarlo. La pieza 2 es un portillo de seguridad que, en caso de que algún malvado nazi trincase el tapón para impedir el cierre mientras intentaba meter el cañón de su arma por la tronera, pues se deslizaba hacia abajo por las acanaladuras donde estaba instalado. La pieza 3 es el cierre definitivo. Si se afloja el tornillo dentado que se ve en el gráfico, se giraba en sentido horario y quedaba encajado en la ranura del tapón. Tras cerrarlo, solo pegándole un cañonazo se podría abrir la tronera, pero no porque se abriera, sino porque le harían un boquete a la coraza. Y aparte de sus armas individuales, la tripulación disponía de una decena de granadas F-1 que, intuyo, los tripulantes aumentaban de forma significativa por su cuenta. ¿Que para qué sirve una granada a un carrista? Para muchas cosas: para pescar si el rancho no llegaba a tiempo, despejar los alrededores si había que salir echando leches y sabían que los estaban esperando, liquidar a un enemigo que había logrado encaramarse en el carro para adosarle una mina magnética, eliminar a la infantería enemiga que se aproximaba con aviesas intenciones aprovechando ángulos muertos, lanzarlas en el interior de pozos de tiradores al pasar junto a ellos, sabiendo que dentro aguardaba la ocasión para freírlos por la zaga un enemigo con un Panzerfaust o, en el peor de los casos, darse boleta a sí mismos en caso de avería de las gordas, con las municiones agotadas, a 20 km. de las líneas propias y con una compañía de la Brigada Dirlewanger ávidos de vísceras bolcheviques esperando a que los tripulantes salieran ordenadamente para convertirlos en comida para gatos. Ante semejante panorama, obviamente era mejor convertirse uno mismo en comida para peces detonando las F-1 en el interior del carro.


Venerable miembro del Volkssturm aparentemente impasible ante la también aparente indiferencia de los rusos que
pasan ante él. Ambas partes estarían ya tan hartos de guerra que no les quedaban ni ganas para insultarse un poco

Bueno, criaturillas, con esto terminamos. Espero que el gran desconocido de la 2ª Masacre Mundial ya no lo sea tanto. Además, con lo curvilíneos que eran se les toma cariño enseguida, ¿que no? Y como habrán visto, no fueron precisamente una serie de modelos de esos que se fabrican unos cuantos y en dos años están dados de baja. La vida operativa de la familia JS fue bastante extensa ya que fueron dados de baja oficialmente en 1993, aunque a saber cuánto tiempo llevaban criando moho en sus acuartelamientos. Y además de sus carros de combate culminados con el temible T-10M, dio lugar a una gama de autopropulsados que armaban cañones de 122 y 152 mm., más las lanzaderas de misiles balísticos 8K11 y 8K14, sirviendo muchos de sus modelos en países del Pacto de Varsovia o aliados y satélites de la URSS como China, Cuba o los árabes. En fin, que le sacaron jugo en cantidad.

En fin, ya'tá.

Hale, he dicho


Impresionante panorámica de carros JS-2 y JS-2M esperando el comienzo de la parada militar con que se celebró la
victoria en Moscú, el 24 de junio de 1945. Al fondo de la imagen se ven las torres del Kremlin en de la Plaza Roja

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