jueves, 20 de diciembre de 2012

Asesinatos 3. Don Fadrique, maestre de Santiago



Este personaje, desconocido quizás para la gran mayoría, fue uno más de la abundosa prole bastarda que Leonor de Guzmán dio a Alfonso XI de Castilla y que ascendió nada menos que a diez retoños. Concretamente, parece ser que fue gemelo o mellizo de Enrique, el primer monarca de la dinastía de los Trastámara. Para aclararnos, eran hermanos bastardos del rey don Pedro I. Antes de nada, pongámonos un poco en situación para entender el contexto en que se desarrolló ésta historia...

ALFONSO XI
Alfonso XI, cuya legítima mujer era la reina María de Portugal, tuvo un único heredero: el infante don Pedro. Hubo un crío anterior, pero murió con apenas un año de edad. Una vez asegurada la descendencia, don Alfonso mandó a paseo a su mujer para tomar como concubina a ésta Leonor de Guzmán la cual, aparte de tener fama de hermosa, era evidentemente una paridora de primera clase. Leonor y su prole vivían como una reina y sus infantes, y don Pedro jamás lo perdonó. La temprana muerte de su padre, con apenas 39 años, durante el cerco a Algeciras debido a una epidemia de peste negra, le hizo subir al trono rumiando mil venganzas contra todo el mundo: la concubina, sus hermanastros, su ayo, Juan Alfonso de Alburquerque, y una extensa lista negra. Apenas cinco meses después de su coronación, con apenas 16 años, contrajo una grave enfermedad, al parecer una fiebre cerebral que le dejó la razón un poco alterada. 


PEDRO I
Eso, unido a un carácter por naturaleza fiero, desmedido, desconfiado como una serpiente, y viendo traiciones por todos lados, convirtió su reinado en un baño de sangre. Una veces con razón y otras sin ella, no se cortó un pelo a la hora de mandar asesinar a todo aquel que le inspirara la más mínima sospecha. Y uno de ellos fue su medio hermano Fadrique, que se vio elevado al rango de maestre de la poderosa orden militar por mediación de su padre en el año de 1342. Apenas tenía ocho años de edad cuando recibió el maestrazgo, el cual disfrutó hasta su muerte, como veremos ahora.

La vida de Fadrique fue, como la de sus hermanos, un constante trueque de lealtades, traiciones, desavenencias, de odios y perdones con su medio hermano. Hasta que un día, don Pedro vio colmada su paciencia por las connivencias del maestre con los infantes Pedro y Fernando de Aragón, lo que le hizo decidir su muerte. Veamos como fue la cosa...



MARIA DE PADILLA
Don Pedro hizo ir a su hermanastro al alcázar sevillano, donde estaba viviendo en aquella época. Fadrique acudió acompañado de un séquito de caballeros, como correspondía a su rango. El rey, que se encontraba en un salón jugando a las tablas, lo recibió cariñosamente, interesándose por su persona y, en definitiva, sin mostrar nada que hiciera pensar al maestre que su final era cosa hecha. Eran alrededor de las nueve de la mañana del 29 de mayo de 1358. Tras rendir pleitesía al monarca, fue a saludar a la mujer de éste, María de Padilla, que con sus hijas se encontraba en el Salón del Caracol de alcázar. Doña María, que estaba al tanto de las intenciones del monarca, miró al maestre con una tristeza tan infinita que éste, que se olió que algo iba mal, optó por poner tierra de por medio, marchándose a las cuadras donde habían dejado sus mulas tanto él como su séquito. Pero al llegar a la cuadra vio que no había una sola cabalgadura, lo que le hizo confirmar sus sospechas. Solo estaba allí un caballero por nombre Suero Gutiérrez, el cual le insistió en que saliese de aquel lugar por un postigo que estaba abierto. Dudando estaba si se marchaba o no cuando aparecieron dos caballeros informándole que el rey le ordenaba acudir a su presencia. A medida que iba avanzando por las dependencias del alcázar, los porteros de las mismas iban cerrando una tras otra las puertas, impidiendo así tanto la huida del maestre como que su séquito acudiera en su ayuda. Finalmente, llegó a una dependencia del palacio del Yeso, donde esperaba el maestre de Calatrava, Diego García, hermano de María de Padilla y cuñado del rey, Pero López de Padilla, ballestero mayor, y don Pedro. La orden no se hizo esperar:

-Pero López, prended al maestre- ordenó el monarca.


El ballestero, desconcertado porque no sabía de qué iba la cosa, preguntó:

-¿Señor, a cual dellos prenderé?
-Al maestre de Santiago- señaló el rey.

En ese momento, el ballestero apresó a don Fadrique, mientras don Pedro ordenaba a sus maceros que lo mataran. Éstos, dudando de poner la mano encima a semejante personaje, no acababan de obedecer la orden hasta que un gentilhombre de cámara del rey, Ruy López de Atienza, los amenazó diciendo:


-¡Traidores, ¿qué fazéis?! ¿Non oys que vos manda el rey matar al maestre?



Muerte de Don Fadrique
Entonces ya no lo dudaron ni un instante, y los maceros se abalanzaron sobre don Fadrique, el cual se pudo soltar de Pero López y empezó a correr de un lado a otro, esquivando los mazazos e intentando desenvainar la espada. Pero la cruceta se le trabó con el manto, y no pudo sacarla. Finalmente, uno de los maceros logró alcanzar en la cabeza al maestre, derribándolo de un certero mazazo. Cuando los maceros cesaron de golpearlo, viendo el rey que aún estaba vivo, desenvainó su daga y se la tendió a un paje, ordenándole que rematara a su medio hermano. Así acabó el infante don Fadrique Alfonso de Castilla, maestre de la más poderosa orden peninsular y I señor de Haro, con apenas 24 años de edad, cerca de la puerta del Salón del Crucero, machacado a mazazos y rematado por un simple paje. En el suelo de mármol blanco aún se ven unas manchas que, según la tradición, son de la sangre que derramó el maestre.

CURIOSIDADES


1. Don Fadrique, a pesar de su celibato por pertenecer a una orden militar, no por ello quedó sin descendencia. Tuvo varios hijos de al menos tres mujeres, siendo su primogénito Alfonso Enríquez de Castilla, tronco del ilustre linaje de los Enríquez, que según la leyenda era hijo de una judía.

2. Los maceros que acabaron con el maestre fueron Nuño Fernández de Roa, Juan Diente, Garci Díaz de Albarracín y Rodrigo Pérez de Castro. El primero que logró golpearlo fue Nuño Fernández.


3. Además del maestre, encontró la muerte ese día el caballerizo del mismo, Sancho Ruiz de Villegas el cual, huyendo de la escabechina, quiso escudarse en María de Padilla y su hija Beatriz. Don Pedro, cegado por una furia homicida, lo apuñaló con saña tras lo cual ordenó a Ferrán Sánchez de Tovar que lo rematara con su propia daga.


4. Se dice que, tras acabar con su medio hermano, el rey don Pedro ordenó que le sirvieran de comer en un salón llamado de los Azulejos, al lado de donde yacía muerto el maestre.


5. Además de matar a Fadrique, don Pedro también acabó con la vida de otros dos hermanastros suyos: Pedro y Juan, de 14 y 18 años. Este suceso tuvo lugar en 1359.


6. Don Pedro fue el último vástago de la Casa de Borgoña. Tras ser asesinado por su hermanastro Enrique en Montiel, éste fue coronado rey, lo que supuso el advenimiento de la Casa de Trastámara, cuya última reina fue Juana la Loca.


7. Don Fadrique había nacido precisamente en Sevilla, el 13 de enero de 1334


8. Tras su muerte, el maestre fue enterrado en la catedral de Sevilla. En 1579, sus restos fueron depositados en la cripta de la Capilla Real de la sede hispalense y, como por una burla del destino, están junto a los de su hermanastro y matador, el rey don Pedro.


Hale, he dicho




DE IZQUIERDA A DERECHA: URNA CON LOS RESTOS DE MARIA DE PADILLA, URNA CON LOS RESTOS DEL REY DON PEDRO, Y URNA CON LOS RESTOS DEL INFANTE DON FADRIQUE

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