martes, 6 de febrero de 2018

Curiosidades: ¿Cómo funciona un bazooka?



Juraría por mis sacrosantas barbas que hasta los críos saben lo que es un bazooka incluso antes de salir por el útero materno a este valle de lágrimas. Los hemos visto en tropocientos mil documentales, películas y hasta los fabrican de juguete para que los nenes vayan aprendiendo sus rudimentos por si un mal día tienen que echar mano de esos chismes para combatir a algún enemigo. Sin embargo, y a pesar de que cualquiera es capaz de identificar estas armas por su característico aspecto, colijo que son pocos los que conocen su manejo más allá de que un ciudadano soldado lo empuña mientras otro introduce por detrás un proyectil para, a continuación, darle unos golpecitos en el casco para indicarle que está cargado. Cierto es que podría contar primero como se gestó la creación de estas peculiares armas anticarro, pero he preferido dar cuenta primero de su funcionamiento ya que, de ese modo, cuando veamos como surgió y evolucionó este invento tendremos más claro cómo y por qué alcanzaron rápidamente tanta difusión hasta el extremo de que los tedescos, siempre celosos de la calidad de su armamento, no dudaron en copiarlo sin más. Con todo, daremos cuenta de forma muy concisa de sus antecedentes para que a nadie le suene a chino el motivo de lanzar un cohete a través de un tubo similar a una simple cañería.

Espectaculares efectos del rebufo de un bazooka. Si te
pillaba detrás te podía producir cuanto menos una jaqueca
fastuosa... en lo que quedase de tu cabeza, claro
La idea surgió a raíz de la imposibilidad de disparar un proyectil anticarro como si de una granada de fusil se tratase. A comienzos de la 2ª Guerra Mundial y a la vista de que las corazas de los carros de combate tedescos eran inquietantemente gruesas para los cañones anticarro disponibles, de entre 37 y 50 mm. por lo general, se planteó el uso de cargas huecas (de estas ya hablaremos más despacio en su momento) cuyos proyectiles eran excesivamente gruesos para la artillería del momento. Pero, del mismo modo, también eran demasiado grandes y pesados para lanzarlos como una granada de fusil, habiéndose planteado usar una ametralladora de calibre .50  e incluso el fusil anticarro británico Boys para ello. Sin embargo, ninguna de esas opciones se mostró viable, así que hubo que esperar a que un sesudo yankee, el entonces teniente Edward Uhlm, se le ocurriera meter el cohete diseñado por el capitán Leslie Skinner en un tubo cogido de una chatarrería para crear el bazooka ("basuka" pronuncian los yankees) allá por 1942. Pero de esta historia ya hablaremos largo y tendido más adelante, así que de momento estos datos nos bastarán para ponernos en antecedentes.

Bob Burns con su bazooka junto a un soldado con su M1 en Fort Hood
Con todo, y como más de uno se preguntará de donde viene eso de llamar de forma tan extraña a un arma, sepan que el término bazooka no era en modo alguno el reglamentario, como ya podrán imaginar. El primero en entrar en servicio era denominado como 2,36" M1 Antitank Rocket Launcher, que traducido en un idioma propio de cristianos significa lanza-cohetes anticarro M1 de calibre 2,36 pulgadas (60 mm.). Lo de bazooka surgió cuando, a raíz de una demostración llevada a cabo en mayo de 1942, el Jefe del Departamento Técnico de Suministros, general de brigada Gladeon Barnes, comparó a modo de chiste el arma con un instrumento musical creado en 1905 por un cómico y músico llamado Bob Burns, apodado "El Viajero de Arkansas". El instrumento, que sonaba y funcionaba como un trombón de varas, consistía en un chisme formado por dos tubos telescópicos, uno dentro de otro, procedentes de una tubería de gas y de un embudo de whisky. Para prevenir plagios incluso patentó nombre e instrumento en 1920, pero lo que nadie supo nunca es de donde leches sacó ese palabro tan extraño. En cualquier caso, el M1 tuvo más motes aparte de bazooka, pero eso lo dejamos para otro día. 

Bien, ya tenemos unas breves nociones del invento, así que veamos como funcionaba. Observemos las imágenes de la derecha, donde hemos señalado las partes más importantes del M1. Bueno, las más importantes y casi las únicas, porque esos trastos tenían menos mecanismos que un chupete. Pero la madre del cordero estaba en la culata de madera, donde vemos la existencia de un chivato de corriente. Y es que este artefacto funcionaba a pilas. Sí, el chiste de la foto de cabecera no es un chiste. Los bazookas funcionaban a pilas, y se se quedaban sin pilas se quedaban sin lanzagranadas. Obviamente, llevaban de repuesto, pero si por el motivo que fuese se agotaban y no quedaban más, adiós muy buenas.

Antes de nada, el tirador comprobaba si en efecto se disponía de corriente eléctrica. Para ello pulsaba el gatillo tal como vemos en la foto superior, y si se encendía el chivato es que había carga. Caso de haberse agotado la batería se abría la tapa inferior de la culata según se aprecia en la foto central. En el interior de la misma había dos alojamientos para sendas pilas. El de la izquierda era el que daba corriente, y el de la derecha para la pila de repuesto. En la foto inferior podemos ver su aspecto. Eran baterías Eveready 791-A fabricadas con cubierta de cartón. Estas pilas serían equivalentes a las actuales tipo C, las que todos conocemos como "pilas medianas" que usan mogollón de chismes, desde una linterna a un aparato de radio o el vibrador que usan las damas insatisfechas. Si no se disponía de ese modelo de baterías, cada una de ellas podía ser sustituida por dos del tipo BA-42. En el interior de la empuñadura estaba el contacto que daba paso a la corriente eléctrica y que iniciaba la carga propelente del cohete. En la foto del soldado que empuña su M1 del párrafo anterior vemos como sale un cable desde la culata hacia la caja de contacto, que era la que permitía disparar el lanzagranadas.

Una vez que el servidor introducía la granada solo tenía que quitar el seguro del disparador, que era la palanca que vemos en la foto inferior. Cuando estaba hacia abajo era la posición de seguro, y cuando se subía era la posición de fuego. Cada vez que se disparaba, esta palanca bajaba sola, poniendo el arma en seguro de forma automática. El cargador siempre debía permanecer a un lado respecto al tirador, sin despistarse ni un solo instante porque si, por un descuido o por lo que fuese, quedaba situado detrás en el momento del disparo quedaría más achicharrado que un torrezno bien pasadito. Como mostramos en una foto anterior, el fogonazo del cohete tenía además potencia de sobra para arrancarle la cabeza de cuajo, y más de uno que estaba en babia pagó las consecuencias teniendo que recoger sus colegas lo que quedaba de su extremidad superior con una gamuza húmeda para añadirla al resto de su anatomía. En fin, algo muy desagradable.

La corriente llegaba a la granada de la siguiente forma: en la foto A vemos una banda de cobre situada en el extremo de la misma, que era donde hacía contacto la descarga que partía de la caja. De esa banda de cobre partía un cable que recorría todo el proyectil y que vemos señalado con una flecha en la foto B, que muestra los estabilizadores del mismo. En el culote entraba a través de un orificio y quedaba unido a la carga de proyección, que iniciaba mediante un simple chispazo. Dentro del círculo rojo vemos las muescas que tenían los estabilizadores que, además de servir para bloquear la granada dentro del tubo, hacían contacto con la pinza del retén, que actuaba como masa. De ese modo se obtenía la chispa que iniciaría la carga de proyección. Por cierto que estos chismes carecían de retroceso, por lo que podían tirarse horas disparando sin quedar con el hombro hecho polvo. Además, el proceso de recarga era muy rápido. A un equipo bien entrenado le bastaban unos pocos segundos para ello, por lo que podían desplegar una potencia de fuego muy considerable, de entre 4 y 6 disparos por minuto como mínimo.

El proceso de carga en cuestión era de una simpleza absoluta. Una vez que el tirador daba la orden de cargar, el servidor extraía la granada de su contenedor. Se llevaban en bolsas de lona para tres unidades, una a cada costado. Cuando introducía la cabeza del proyectil procedía a soltar el cordel que vemos en la foto A, procurando que este quedase fuera del tubo una vez introducido totalmente. Una vez introducida la granada daba un tirón y sacaba el pasador de seguridad. Previamente, y según vemos en la foto B, encajaba las ranuras de los estabilizadores con la pinza del retén, y con eso quedaba concluido el proceso. Entonces le daba los golpecitos en el casco y el tirador abría fuego. Bueno, en realidad daba la voz de cargado, o preparado, pero lo de los golpecitos quedaba más molón y, además, en plena vorágine y rodeados de explosiones sería más práctico, digo yo...

En julio de 1943 se llevaron a cabo una serie de modificaciones, entre ellas el sistema de disparo por el que se eliminaba la caja de contacto. El motivo fue debido a que, por un mal funcionamiento de la palanca de seguro, a más de uno le estalló la granada en plena jeta, quedando en un lamentable estado de pulverización total. La cuestión es que hubo casos en que, aunque la palanca estaba en posición de seguro en realidad pasaba corriente, por lo que en el momento en tocaba el contacto explotaba sin estar introducida del todo, matando a los dos hombres que servían el arma. Por ello se optó por un sistema que, aunque requería un paso más en el proceso, aseguraba el proyectil de forma que era imposible que detonase hasta que no estuviera totalmente introducido en el tubo. En la foto A vemos en qué consistía el cambio en cuestión, que no era otra cosa que sustituir la dichosa caja por dos pivotes con un muelle situados a ambos lados del tubo para que el cargador pudiera manejarlos dependiendo de que estuviera a la derecha o a la izquierda del tirador. Estos muelles recibían la corriente de la batería, que a su vez era transmitida directamente al proyectil por un cable que salía del culote. En la foto B podemos ver como el cargador conecta dicho cable al muelle, donde quedaba aprisionado con solo una vuelta al mismo. A partir de ahí ya estaba el arma lista para abrir fuego.

Por último, y siempre sin salirnos del tema del funcionamiento, comentar que en noviembre de 1942 se cambió el sistema de alimentación por pilas por uno de magneto alojado en la empuñadura, dando lugar al M9. Según informes procedentes del frente, las baterías presentaban a veces falta de potencia, por lo que no producían la chispa necesaria para la ignición. Además, a medida que bajaban las temperaturas perdían aún más potencia, quedando inservibles por debajo de los 10º bajo cero. Por eso motivo, las tropas tenían que guardar las dichosas pilas en los bolsillos interiores para darles algo de calor corporal. Aparte de eso, en situaciones de clima húmedo el cartón de la envuelta se echaba a perder y/o criaban hongos. Para acabar con ese problema se recurrió al magneto antes mencionado, que consistía en una bobina con imanes que producían corriente al apretar el gatillo y, además, de mayor intensidad que la de las pilas. Por otro lado, ese sistema eliminaba la dependencia de tener que llevar encima baterías de repuesto, y no se veía afectado ni por la temperatura ni la humedad ambiental. Añadir que, como vemos en la foto superior, se añadió un botón de seguro para evitar accidentes ya que si con las prisas se apretaba el gatillo mientras el cargador conectaba el cable el susto sería de los gordos. Dicho gatillo, que ofrecía más resistencia que el modelo antiguo porque había que generar corriente al apretar, estaba moleteado para poder presionarlo con dos dedos y hacer más fuerza. En el detalle vemos el magneto en cuestión.

Bueno, criaturas, así es como funcionaba un bazooka. Imagino que pocos o ningún cuñado debe estar al tanto de los entresijos de estos artefactos, de modo que aprovechen y háganles ver que se han gastado una pasta en la tele por cable para ver nada más que documentales cutres que no explican cosas chulas. 

Y vale por hoy, que para ser martes me he prodigado en demasía, juro a Dios.

Hale, he dicho

Entradas relacionadas:

¿Cómo funciona el proyectil de un bazooka?


No hay comentarios: